martes, 15 de mayo de 2012

Fellay en Roma, en las vísperas de la regularización

 

 

Un nuevo paso hacia la solución de la crisis deseada por Benedicto XVI: elobispo Bernard Fellay, superior de la Fraternidad de San Pío X estuvo en Roma los pasados días para una reunión aclaratoria con la Pontifica Comisión Ecclesia Dei. Según ha podido saber Vatican Insider han sido examinadas y discutidas algunas de las modificaciones del preámbulo doctrinal propuestas por Fellay. El resultado del encuentro parece ser positivo. El miércoles 16 de mayo, por la mañana, se reunirá en el Palacio del Santo Oficio, la «Feria quarta», la reunión de los cardenales y los obispos de la Congregación para la Doctrina de la Fe, llamada a dar su opinión respecto a las modificaciones del texto enviado por el superior lefebvriano. El resultado de la discusión colegial, que implica a cardenales y obispos de la Curia romana y de importantes diócesis- estarán presentes, entre otros, los cardenales Jean-Pierre Ricard, arzobispo de Bordeaux y Christoph Schönborn, arzobispo de Viena- será transmitido al Papa los días siguientes.

Benedicto XVI recibirá de manos del Prefecto de la Congregación, el cardenal William Levada, cuyo mandato está a punto de llegar a su término, las opiniones expresadas por cada uno de los padres de la «Feria quarta» y por lo tanto podrá evaluar no solo el resultado de la votación final sino también las opiniones individuales, para luego poder tomar una decisión en plena autonomía. Según parece, los cambios propuestos por monseñor Fellay insisten en subrayar la importancia de la tradición como elemento estable. La sustancia del preámbulo, el punto de partida, constituyó el núcleo de la parte doctrinal del acuerdo suscrito en 1988 por monseñor Marcel Lefebvre, que decía que se «aceptaba la doctrina contenida en el punto n° 25 de la Constitución dogmática Lumen Gentium del Concilio Vaticano II sobre el magisterio eclesiástico y sobre la adhesión que le es debida». Respecto al disentimiento de algunas partes del concilio, afirmaba: «A propósito de ciertos puntos que han sido indicados por el Concilio Vaticano II o relacionados con las posteriores reformas de la liturgia o del derecho, que nos parecen difícilmente compatibles con la tradición, nos comprometemos a asumir una actitud positiva y de comunicación con la Sede Apostólica, evitando todo tipo de polémica».

Las sorpresas son siempre posibles, pero tanto lo sucedido en la precedente reunión de la «Feria quarta» dedicada a este argumento, como las opiniones ya manifestadas por obispos y cardenales, hacen imaginar con buena probabilidad un resultado positivo. Resultado que habría sido propiciado también por la última reunión de Fellay con Ecclesia Dei.

Lo que en cambio ha causado preocupación en el Vaticano ha sido el contenido de la carta que los obispos Tissier de Mallerays, de Gallareta y Williamson enviaron hace un mes al superior lefebvriano Fellay. Una carta muy dura, contraria al acuerdo, a la cual Fellay ha respondido con una misiva bastante significativa, en la que expresa las razones de su decisión, respondiendo a un llamamiento personal del Papa. La publicación de la correspondencia reservada intercambiada entre Fellay y sus tres hermanos ha provocado no poca preocupación en la otra orilla del Tiber, porque ha revelado la existencia de una oposición consistente, contraria al regreso en plena comunión con Roma, no por parte de algunos sacerdotes a título individual, sino de tres de los cuatro obispos ordenados por Lefebvre en 1988. Obispos a los cuales Benedicto XVI había revocado la excomunión en enero de 2009.

ANDREA TORNIELLI
CIUDAD DEL VATICANO

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