domingo, 25 de noviembre de 2012

Consistorio consumado, la Iglesia cuenta con seis nuevos cardenales

 

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«Creo en la Iglesia, una, santa, católica y apostólica».


Queridos hermanos y hermanas:

Estas palabras, que dentro de poco pronunciarán solemnemente los nuevos cardenales al hacer la profesión de fe, son parte del símbolo niceno-constantinopolitano, la síntesis de la fe de la Iglesia que cada uno recibe en el momento del Bautismo. Sólo profesando y preservando intacta esta regla de la verdad somos verdaderos discípulos del Señor. En este Consistorio, quisiera centrarme particularmente en el significado del término «católica», que indica un rasgo esencial de la Iglesia y su misión. El argumento sería amplio y se podría enfocar desde diversas perspectivas. Hoy me limitaré sólo a alguna consideración.
Las notas características de la Iglesia responden al designio divino, como se afirma en el Catecismo de la Iglesia Católica: «Es Cristo, quien, por el Espíritu Santo, da a la Iglesia el ser una, santa, católica y apostólica, y Él es también quien la llama a ejercitar cada una de estas cualidades» (n. 811). Más específicamente, la Iglesia es católica porque Cristo abraza en su misión de salvación a toda la humanidad. Aunque la misión de Jesús en su vida terrena se limitaba al pueblo judío, «a las ovejas descarriadas de Israel» (Mt 15,24), sin embargo desde el inicio estaba orientada a llevar a todos los pueblos la luz del Evangelio y a hacer entrar a todas las naciones en el Reino de Dios. En Cafarnaún, Jesús exclama ante la fe del centurión: «Os digo que vendrán muchos de Oriente y Occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de los cielos» (Mt 8,11). Esta perspectiva universalista se desprende, por ejemplo, de la presentación que Jesús hace de sí mismo, no sólo como «Hijo de David», sino también como «Hijo del hombre» (Mc 10,33), como hemos oído en el pasaje evangélico proclamado hace poco. En el lenguaje de la literatura judía apocalíptica inspirada en la visión de la historia en el Libro del profeta Daniel (cf. 7,13-14), el título «Hijo del hombre» se refiere al personaje que viene «en las nubes del cielo» (v. 13), y es una imagen que anuncia con antelación un reino totalmente nuevo, un reino que no se apoya en los poderes humanos, sino en el verdadero poder que proviene de Dios. Jesús usa esta expresión rica y compleja, y la refiere a sí mismo para manifestar el verdadero carácter de su mesianismo, como misión hacia todo el hombre y todos los hombres, superando todo particularismo étnico, nacional y religioso. En efecto, en este nuevo reino, que la Iglesia anuncia y anticipa, y que vence la fragmentación y la dispersión, se entra precisamente siguiendo a Jesús, dejándose atraer dentro de su humanidad, y por tanto en la comunión con Dios.
Además, Jesús no envía su Iglesia a un grupo, sino a la totalidad del género humano para reunirlo, en la fe, en un único pueblo con el fin de salvarlo, como lo expresa bien el Concilio Vaticano II en la Constitución dogmática Lumen gentium: «Todos los hombres están invitados al Pueblo de Dios. Por eso este pueblo, uno y único, ha de extenderse por todo el mundo a través de todos los siglos, para que así se cumpla el designio de Dios» (n. 13). Así, pues, la universalidad de la Iglesia proviene de la universalidad del único plan divino de salvación del mundo. Este carácter universal aparece claramente el día de Pentecostés, cuando el Espíritu Santo inunda de su presencia a la primera comunidad cristiana, para que el Evangelio se extienda a todas las naciones y haga crecer en todos los pueblos el único Pueblo de Dios. Así, ya desde sus comienzos, la Iglesia está orientada kat’holon, abraza todo el universo. Los Apóstoles dan testimonio de Cristo dirigiéndose a los hombres de toda la tierra, todos los comprenden como si hablaran en su lengua materna (cf. Hch 2,7-8). A partir de aquel día, la Iglesia, con la «fuerza del Espíritu Santo», según la promesa de Jesús, anuncia al Señor muerto y resucitado «en Jerusalén, en toda Judea, en Samaría y hasta los confines del mundo» (Hch 1,8). Por tanto, la misión universal de la Iglesia no sube desde abajo, sino que desciende de lo alto, del Espíritu Santo, y está orientada desde el primer instante a expresarse en toda cultura para formar así el único Pueblo de Dios. No es tanto una comunidad local que crece y se expande lentamente, sino que es como levadura destinada a lo universal, a la totalidad, y que lleva en sí misma la universalidad.
«Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación» (Mc 16,15); «haced discípulos de todos los pueblos» (Mt 28,19). Con estas palabras, Jesús envía a los Apóstoles a todas las criaturas, para que llegue por doquier la acción salvífica de Dios. Pero si nos fijamos en el momento de la ascensión de Jesús al cielo, según se relata en los Hechos de los Apóstoles, observamos que los discípulos siguen encerrados en su visión, piensan en la restauración de un nuevo reino davídico, y preguntan al Señor: «¿Es ahora cuando vas a restaurar el reino de Israel?» (Hch 1,6). Y ¿cómo responde Jesús? Responde abriendo sus horizontes y dejándoles una promesa y un cometido: promete que serán colmados de la fuerza del Espíritu Santo y les confiere el encargo de dar testimonio de él en el mundo, superando los confines culturales y religiosos en los que estaban acostumbrados a pensar y vivir, para abrirse al reino universal de Dios. Y en los comienzos del camino de la Iglesia, los Apóstoles y los discípulos se ponen en marcha sin ninguna seguridad humana, sino con la sola fuerza del Espíritu Santo, del Evangelio y de la fe. Es el fermento que se esparce por mundo, entra en las diversas coyunturas y en los múltiples contextos culturales y sociales, pero que sigue siendo una única Iglesia. En torno a los Apóstoles florecen las comunidades cristianas, pero éstas son «la» Iglesia, que tanto en Jerusalén como en Antioquía o Roma, es siempre la misma, una y universal. Y cuando los Apóstoles hablan de la Iglesia, no se refieren a su propia comunidad: hablan de la Iglesia de Cristo, e insisten en esta identidad única, universal y total de la Catholica, que se realiza en cada Iglesia local. La Iglesia es una, santa, católica y apostólica; refleja en sí misma la fuente de su vida y de su camino: la unidad y la comunión de la Trinidad.
También el Colegio Cardenalicio se sitúa en el surco y en la perspectiva de la unidad y la universalidad de la Iglesia: muestra una variedad de rostros, en cuanto expresa el rostro de la Iglesia universal. A través de este Consistorio, deseo destacar de manera particular que la Iglesia es la Iglesia de todos los pueblos, y se expresa por tanto en las diversas culturas de los distintos continentes. Es la Iglesia de Pentecostés, que en la polifonía de las voces eleva un canto único y armonioso al Dios vivo.
Saludo cordialmente a las delegaciones oficiales de los diferentes países, a los obispos, sacerdotes, personas consagradas y fieles laicos de las distintas comunidades diocesanas, así como a todos los que participan en la alegría de los nuevos miembros del Colegio Cardenalicio, a los cuales les unen lazos de parentesco, amistad o cooperación. Los nuevos cardenales, que representan a varias diócesis del mundo, son ahora agregados a título especial a la Iglesia de Roma, y refuerzan así los vínculos espirituales que unen a toda la Iglesia, vivificada por Cristo, estrechamente reunida en torno al Sucesor de Pedro. Al mismo tiempo, el rito de hoy expresa el valor supremo de la fidelidad. En efecto, en el juramento que haréis dentro de poco, venerados hermanos, están escritas palabras cargadas de un profundo significado espiritual y eclesial: «Prometo y juro permanecer, ahora y por siempre hasta el final de mi vida, fiel a Cristo y a su Evangelio, constantemente obediente a la Santa Iglesia Apostólica Romana». Y, al recibir la birreta roja, oiréis cómo se os recuerda que ésta indica «que debéis estar preparados para comportaros con fortaleza, hasta el derramamiento de la sangre, por el incremento de la fe cristiana, por la paz y la tranquilidad del Pueblo de Dios». A su vez, la entrega del anillo está acompañada de una advertencia: «Has de saber que, con el amor al Príncipe de los Apóstoles, se refuerza tu amor a la Iglesia».
He aquí indicada, en estos gestos y las expresiones que los acompañan, la fisionomía que hoy asumís en la Iglesia. De ahora en adelante, estaréis todavía más estrechamente unidos a la Sede de Pedro: los títulos o las diaconías de las iglesias de la Urbe os recordarán el lazo que os une, como miembros a título especialísimo, a esta Iglesia de Roma, que preside la caridad universal. Principalmente por la colaboración con los Dicasterios de la Curia Romana, seréis mis preciosos colaboradores, ante todo en el ministerio apostólico para con la catolicidad entera, como Pastor de toda la grey de Cristo y primer garante de la doctrina, de la disciplina y de la moral.
Queridos amigos, alabemos al Señor, que «no cesa de enriquecer con generosidad de dones a su Iglesia extendida por el mundo» (Oración), y da nuevo vigor a la perenne juventud que le ha dado. A él confiamos el nuevo servicio eclesial de estos estimados y venerados hermanos, para que den un valiente testimonio de Cristo, en el dinamismo edificante de la fe y en el signo de un incesante amor oblativo.

Benedicto XVI
Alocución durante el Consistorio para la creación de seis cardenales
Basílica de San Pedro en el Vaticano
Nov-24-2012
[Traducción, Radio Vaticano]

El Papa bendice la XIV Exposición del Libro Católico en La Plata

 

 

Buenos Aires (AICA): El papa Benedicto XVI saludó cordialmente al arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, y a los organizadores, expositores, oradores, adherentes y colaboradores de la XIV Exposición del Libro Católico, que se desarrollará del 26 de noviembre al 9 de diciembre en el Centro Cultural Pasaje Dardo Rocha (50 entre 6 y 7, La Plata). La muestra cultural, que lleva por lema “Buenos libros para crecer en la Fe”, se enmarcará este año en el Año de la Fe y la celebración de los 130 años de la fundación de la ciudad de La Plata. El Papa formuló “fervientes votos para que dicha muestra contribuya a intensificar la irradiación de la cultura católica acercando a un número cada vez más creciente de lectores al pensamiento cristiano de la vida; practicado desde siempre en el patrimonio cultural argentino”.

Al invocar por intercesión de la Santísima Virgen María continuas gracias divinas para el éxito de la Exposición, el Santo Padre impartió la bendición apostólica.
La muestra inaugurada en forma oficial el martes 27 de noviembre, a las 19, por monseñor Aguer, acompañado por el intendente de La Plata, doctor Pablo Bruera, quien será distinguido con la 28º Entrega del Galardón Cruz del Sur; el secretario de Cultura y Educación, doctor José Antonio Cipollone y el fundador y presidente de la Exposición, Manuel Outeda Blanco.
Outeda Blanco destacó, en la convocatoria, que durante dos semanas la nave central del Pasaje Dardo Rocha se convertirá “en una enorme biblioteca donde miles de visitantes podrán hojear, leer y mirar unos 10.000 buenos libros para recuperar el importante hábito de leer”.
Con entrada libre y gratuita, estará abierta de lunes a sábados de 9 a 21 y los domingos de 14 a 21.
La Exposición fue declarada de interés cultural por la Secretaría de Cultura de la Nación, de interés municipal, por el Intendente de La Plata y de interés Educativo por la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires, entre otros.

Informes: (011) 15-4470-7734 o por correo electrónico info@librocatolico.com.ar .El programa de actividades puede consultarse en www.librocatolico.com.ar y podrá seguirnos enwww.facebook.com/exposiciondellibro.catolico

AICA

jueves, 22 de noviembre de 2012

CONFERENCIA DE S.E.R MONSEÑOR AGUER: "SANTA MONICA"

 

 

Hoy a las 19 hs en el Instituto Terrero, Mons. Héctor Aguer, arzobispo de La Plata, expondrá sobre la vida de Santa Mónica.

Con la disertación, se cerrará el ciclo de conferencias 2012 de la "Cátedra de la Mujer".

La Red Federal de Familias de La Plata, convoca a participar del evento. La entrada es libre y gratuita.

El Instituto Terrero queda en calle 11 entre 45 y 46 de La Plata, junto a la iglesia de La Merced.

Difunda el evento, y asista al mismo.

domingo, 18 de noviembre de 2012

Mons. Miserachs: «Debería existir un organismo pontificio con autoridad sobre la música litúrgica»

VALENTÍN MISERACHS, MAESTRO DE CAPILLA DE STA. MARÍA LA MAYOR EN ROMA

 

 

El maestro de capilla de la basílica de Santa María la Mayor en Roma, monseñor Valentí Miserachs, manifestó en entrevista a Zenit con ocasión de la concesión del Premio Bravo de la CEE que la música litúrgica debe tener tres características: la santidad, la bondad de formas y la universalidad. «El problema de base es que no se considera la música litúrgica como algo verdaderamente serio e importante», denunció.

Lo afirmó en la entrevista concedida a ZENIT y publicada el pasado domingo:

 

–¿Por qué el coro de Santa María la Mayor se llama Capilla Musical Liberiana?

Mons. Miserachs: Porque fundada por el papa Liberio en el siglo cuarto. De hecho de esta basílica primitiva no queda nada, pues la actual es del siglo quinto, realizada para festejar la maternidad de la Virgen. Tomó el nombre del papa Liberio que, tras el milagro de la nieve en agosto, construyó la basílica a la Virgen que tomó su nombre, y de allí el título del coro, capilla liberiana, por la basílica.

–¿Hace cuánto que está en Roma y por qué motivo vino?

Mons. Miserachs: Estoy aquí desde hace 50 años, primero como estudiante, y ya en 1973 como auxiliar del maestro Bartolucci, si bien, ocupándose de la Capilla Sixtina, ya en el 1977 me dejó como responsable único de la capilla Liberiana.

Llegué a estudiar teología. Después de cuatro años mi obispo me dijo que me daba otros cuatro para el Instituto de Música Sacra. Pasados estos, cuando fui a despedirme de mi maestro, director de la capilla Julia en San Pedro, Armando Renzi, me dijo: ¿No ha comprendido que tiene que quedarse aquí en Roma? Me indicó que iba a ser el segundo organista de la basílica de San Pedro. Y mi obispo dijo: “Si lo piden en Roma no me voy a oponer al Espíritu Santo”, y así me he quedado.

–¿Dos españoles que se ganan el premio ¡Bravo!, y la motivación?

Mons. Miserachs: Lo de dos españoles es pura casualidad. Y la motivación, quizás sea porque cuando aquí en Roma tuvo lugar la proclamación de san Juan de Ávila como doctor de la Iglesia, la Conferencia Episcopal Española, además de la misa en San Pedro en la que monseñor Colino escribió un himno en honor de san Juan de Ávila, a mi me encargaron aquí en Santa María la Mayor unas vísperas solemnes, y las compuse por entero, incluido el himno de las vísperas.

Además tocó el sexteto de instrumentos de viento, el órgano, todo muy solemne, y creo que eso fue el detonador del premio.

–¿Le conocían por la Capilla Liberiana?

Mons. Miserachs: En realidad más que por maestro de la Liberiana me conocen por haber sido hasta hace un mes atrás el director del Pontificio Instituto de Música Sacra, con sede oficial en Piazza Sant’Agostino, con su gran órgano, restaurado gracias también a los fondos de Cataluña. Aunque la sede didáctica está en via di Torre Rosa, enfrente del Colegio Español.

–El coro de la Liberiana ¿cómo nace?

Mons. Miserachs: En el siglo sexto, con San Gregorio Magno, la Schola Cantorum Romana cantaba en todas las basílicas. En cambio las Capillas, como las conocemos ahora, la Julia de San Pedro, la Pía de San Juan de Letrán, la Liberiana de aquí y la Sixtina que sigue las ceremonias del papa, son polifónicas y nacen en el Renacimiento, cuando regresaron los papas de Aviñón. Desde aquella ciudad en donde la polifonía estaba muy desarrollada vinieron también los cantores flamencos [de Flandes].

–O sea que existe desde el Renacimiento

Mons. Miserachs: Ininterrumpidamente la capilla ha funcionado, excepto tres o cuatro años durante la ocupación francesa. Soy el maestro número 33 y actualmente tenemos unos treinta cantores. Cantamos todos los domingos y fiestas a las 10 horas en la misa solemne, además en las vísperas, realizando unos cien servicios al año. Un grupo canta las vísperas de cada domingo y anima la misa de las seis de la tarde y del mediodía.

–¿Qué distingue la música sacra de la no sacra?

Mons. Miserachs: Primeramente el texto; el mismo Bach adaptaba textos sacros a músicas profanas sin mucha dificultad, más difícil hubiera sido con las suites de danzas. Hay que distinguir la música sacra de la música litúrgica, en la primera están los oratorios y las cantatas, como por ejemplo “El Mesías” de Haendel. La música litúrgica es la que está destinada a la liturgia.

–¿Cuál es la función de la música sacra en la liturgia?

Mons. Miserachs: No es un añadido de la liturgia, es parte integrante de la misma, tiene que cantarla el sacerdote, el obispo; y aunque no supiera cantar tenía que cantar. Recuerdo que el papa Pablo VI era desafinado, pero cantaba.

–¿Qué características le son propias?

Mons. Miserachs: La música litúrgica tiene que tener tres características: primero la santidad y hasta la gente más sencilla se da cuenta. Y por esto muchas iglesias están vacías, no quieren escuchar, piensan que tocando guitarra van a atraer a la juventud. Después la bondad de formas, que sea arte de verdad, aunque sencilla, pero tiene que ser arte. Y la tercera la universalidad, que sea apta para todos. Y no misa para niños, abuelos, esto o aquello.

–¿Y el canto gregoriano?

Mons. Miserachs: Por ejemplo, un concierto de canto gregoriano está bien pero su contexto es la liturgia. Del canto gregoriano nació la polifonía, si bien antes era más bien una exhibición de virtuosismo como hacían los flamencos, mezclando los textos sin preocuparse mucho del culto del Señor. A tal punto que se decía que el Concilio de Trento lo iba a suprimir. En cambio en Trento dijeron sí a la polifonía pero purificada.

–O sea que se llega a lo polifónico

Mons. Miserachs: Sí, y después al barroco que volvió a la exaltación del hombre, y después la ópera llegó a ser también la música de iglesia. Fue entonces cuando intervino el papa san Pio X en 1903. Y en ese contexto, en 1911 fundó el Instituto de Música Sacra.

–¿Y las cantatas?

Mons. Miserachs: En los países anglosajones aún hoy se canta bajo la influencia de lo que hizo Lutero, porque además de traducir la Biblia en alemán y a los idiomas vernáculos nacieron los repertorios de música sacra que llaman corales y los mantienen.

–¿Y en los países latinos?

Mons. Miserachs: En cambio nosotros en los países latinos no habíamos hecho nada y empezó así a salir gente improvisada que confundió la música sacra con la ligera. Si bien la ópera era música de teatro sin ningún sabor religioso, al fin y al cabo era música bien hecha. Ahora lo que se canta a veces no es ni siquiera música.

Si está mal hecha no es música y para que pueda ser música litúrgica primero tiene que ser música.

–El Vaticano II fue claro, ¿verdad?

Mons. Miserachs: El concilio, en su doctrina no hace más que reforzar lo que dijo san Pío X. Ha sido no una mala interpretación, sino una no aplicación de lo que dijo. Si usted agarra el capítulo sexto en la constitución de liturgia dice lo contrario de mucho de lo que está haciendo la gente hoy.

–Después de 50 años de experiencia ¿qué le gustaría ver?

Mons. Miserachs: Mi experiencia constata que hay una anarquía total en este campo. Creo debería existir un organismo pontificio con autoridad sobre la música litúrgica, que indicara el buen proceder a cada diócesis, a cada conferencia episcopal y a quienes tienen su sección de música. Y con autoridad para decir eso sí y esto no es posible. Contrariamente cada uno hace lo que quiere y cada párroco se cree un papa.

–¿Y sobre la música en los seminarios?

Mons. Miserachs: Sobre la música en los seminarios, hay que lamentar una casi total ausencia de estudio no solo de la música sacra, sino de la música tout court. Ya quedan pocos seminarios, con pocos seminaristas (por lo menos en Europa), y su estructura ya no es la de riguroso internado, como en nuestros tiempos, cosas todas que facilitaban el estudio y práctica de la música. El problema de base es que no se considera la música litúrgica como algo verdaderamente serio e importante, bastan unos rasgueos de guitarra. Sería necesario un cambio de mentalidad, una “conversión” al verdadero espíritu de la Iglesia.

Fuente: InfoCatólica.

Benedicto XVI nuevamente pide respeto por las normas litúrgicas

 

 

Benedicto XVI pronuncia su discurso hoy durante la visita Ad Limina Apostolorum de un grupo de los obispos de Francia.  

Benedicto XVI ha pedido por enésima vez que se respeten las normas litúrgicas. Lo ha hecho hoy a las 11 horas en la Sala del Consistorio del Palacio Apostólico Vaticano, en el curso de su discurso durante la visita Ad Limina Apostolorum de los Sres. obispos de Francia, 2° grupo, provincias del Norte y del Este. Esto es lo que ha dicho el Santo Padre:  

“Conociendo el cuidado con que Vosotros quereis rodear vuestras celebraciones litúrgicas, os animo a cultivar el arte de celebrar, a ayudar a vuestros sacerdotes en este sentido, y a trabajar sin descanso para la formación litúrgica de los seminaristas y de los fieles. El respeto de las normas establecidas expresa el amor y la fidelidad a la fe de la Iglesia; la belleza de las ceremonias, mucho más que las innovaciones y los ajustes subjetivos, constituye una obra duradera y eficaz de evangelización.”

 

Fuente: Secretum Meum Mihi.

viernes, 16 de noviembre de 2012

La Santa Sede impone una “estricta” sobre los hábitos talares para todos los prelados que trabajan en el Vaticano

 

 

Ciudad del Vaticano - Más rigor no sólo en la doctrina, en los procedimientos, o en los comportamientos. También en el modo de vestir. La Santa Sede impone una “estricta” sobre los hábitos talares para todos los prelados que trabajan en el Vaticano. No serán aceptados hábitos “burguéses”: el mínimo tolerado será el clergy-man —el hábito religioso que incluye pantalones, camisa y chaqueta en color negro o gris— ern tanto que religiosos y religiosas deberán llevar el “hábito” de su propia orden a la que pertenezcan.


Este es el efecto de un decreto de la Congregación para el Clero, aprobado por la Secretaría de Estado y entrado en vigor en las últimas semanas, que impone rígidos códigos de vestimenta para todos los empleados religiosos de la Santa Sede. Hasta el momento, demasiados sacerdotes en suéter o en el verano en camisa de manga corta. Basta, en efecto, con los sacerdotes “casuales”, es la índicación de la actual jerarquía vaticana para la negligencia y para una imágen no adecuada con el rol.
El nuevo código de comportamiento impuesto por el Estado Vaticano establece que los sacerdotes, los religiosos y las religiosas empleados de la Santa Sede tendrá que ir a sus respectivas oficinas rigurosamente con el hábito religioso. Para los sacerdotes el mínimo permitido es el clergy-man. Mejor aún, aunque no es obligatorio, la vestidura talar (que llega hasta los talones). Para los pertenecientes a las órdenes religiosas, incluidos las religiosas, es fuetemente aconsejada la vestimenta de la propia congregación.
La ola pues, de algún modo tradicionalista, del pontificado de Ratzinger, además de la doctrina, también implica la forma de vestir, eliminando —por lo menos dentro de la Ciudad Leonina y en todos los dicasterios vaticanos— una excesiva libertad.
Para el nuevo giro de tuerca, la Congregación para el Clero ha promulgado incluso un decreto, avalado también por la Secretaría de Estado, un signo de cómo es considerada la cuestión en los pisos superiores del Palacio Apostólico. Esta no es la primera vez, sin embargo, que se emiten directivas sobre la materia.
A pesar de que cubre una amplia serie de custiones y comportamientos, de hecho, ya en el “Reglamento General de la Curia Romana”, que entró en vigor el 1° de julio 1999, aprobado por el Papa Juan Pablo II en sustitución de la precedente normativa de 1992, preveía entre otras normas, incluso disciplinarias, aquela que imponía a los sacerdotes llevar siempre hábito eclesiástico en la oficina, en tanto también a los laicos se les pedía vestir de un modo “decoroso”.
El documento tenía por objeto hacer que el reglamento en materia de trabajo “mayormente adecuado para la finalidad del particular servicio eclesial de cuantos, en la Curia romana, colaboran con el Santo Padre en su misión universal”. Principios que se han tenido en cuenta también en las nuevas normas, más específicas, para prohibir entre los sacerdotes deslices “casuales” y los hábitos no rigurosamente eclesiásticos.

Información de Il Secolo XIX, Nov-15-2012. Traducción de Secretum Meum Mihi.

Obispo de Ebebiyín asiste a Misa tradicional en Madrid

 

 

 

Monseñor don Juan Nsue Edjang Mayé, Obispo de Ebebiyín, en Guinea Ecuatorial, y Vicepresidente de la Conferencia Episcopal de dicho país, asistió el pasado 1 de noviembre, solemnidad de Todos los Santos, a la Santa Misa con el Misal del Beato Juan XXIII, en la iglesia del Tercer Monasterio de la Visitación (Salesas), en Madrid, España, apostolado del Instituto de Cristo Rey Sumo Sacerdote. El Obispo de Ebebiyín también visitó la Casa "Santa Teresa de Jesús" donde residen los sacerdotes del instituto.

Instituto de Cristo Rey Sumo Sacerdote

Fuente: Una Voce Málaga

sábado, 10 de noviembre de 2012

Benedicto XVI: “La música sacra favorece la fe”

 

 

Que el canto litúrgico llegue al corazón de todos y así todos alaben dignamente al Señor. Con gran alegría, Benedicto XVI recibió este mediodía a unos seis mil participantes en el encuentro promovido por la Asociación Italiana de Santa Cecilia, que en el marco de su peregrinación a Roma, llegando de todas partes de Italia, mañana participarán en la celebración eucarística, que presidirá en la Basílica vaticana, el Cardenal Arcipreste Angelo Comastri.
Tras destacar su aprecio y la importancia del magnífico servicio de alabanza con el canto de la numerosas Scholae Cantorum, el Papa señaló la feliz ocasión de este encuentro, en el Año de la Fe, conmemorando la inauguración del Concilio y subrayando el impulso de la música sacra para la nueva evangelización.
«Este encuentro se coloca intencionalmente en la conmemoración del 50 aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II. Y con gusto veo que la Asociación Santa Cecilia quiere volver a proponer a la atención de todos ustedes la enseñanza de la Constitución conciliar sobre la liturgia, en particular en el artículo VI, sobre la música sacra. En esta conmemoración, como bien saben, he querido para toda la Iglesia un especial Año de la Fe, con el fin de promover la profundización de la fe en todos los bautizados y el compromiso común para la nueva evangelización. Por lo tanto, encontrándome con ustedes, quisiera subrayar cómo la música sacra puede, ante todo favorecer la fe y, además, cooperar en la nueva evangelización».
«La tradición musical de la Iglesia universal constituye un tesoro de valor inestimable, que sobresale entre las demás expresiones artísticas, principalmente porque el canto sagrado, unido a las palabras, constituye una parte necesaria o integral de la Liturgia solemne», con la Constitución Sacrosantum Concilium (N.112), y reiterando la dignidad de la música sagrada, el Santo Padre evocó a San Agustín, uno de los grandes Padres de la Iglesia, y a san Ambrosio, para luego agradecer a los cantores.
Ustedes ayudan a toda la Asamblea a alabar a Dios y a hacer que descienda su Palabra hasta lo más profundo del corazón: con el canto ustedes rezan y hacen rezar, participando en el canto y en la oración de la liturgia que abraza a toda la creación al glorificar al Creador».
Volviendo a recordar la relación entre canto sacro y nueva evangelización, con la Constitución conciliar sobre la liturgia, que señala la importancia de la música sacra en la misión ad gentes y exhorta a dar la debida estima a las tradiciones musicales de los pueblos (cfr. n.119), Benedicto XVI se refirió al papel relevante de la misma música sacra para favorecer el redescubrimiento de Dios y un renovado encuentro con el mensaje cristiano y los misterios de la fe.
Como el ejemplo de la conversión de Paul Claudel, mientras escuchaba el Magníficat en las vísperas de Navidad, en la catedral de Nuestra Señora de París, recordó también el Papa, invitando a estos amigos de la Asociación Italiana de Santa Cecilia a perseverar en su compromiso de mejorar cada vez más la cualidad del canto litúrgico, sin olvidar el gregoriano y la polifonía. Para que el canto litúrgico llegue al corazón de todos y así todos alaben dignamente al Señor.
«Quisiera subrayar que la participación activa de todo el Pueblo de Dios en la liturgia no consiste sólo en hablar, sino también en escuchar, en recibir la Palabra con los sentidos y con el espíritu. Y esto vale también para la música litúrgica. Ustedes, que tienen el don del canto, pueden hacer cantar el corazón de tantas personas en las celebraciones litúrgicas».
(CdM - RV)

Fuente: news.va

Motu Proprio “Latina lingua”: el Papa instituye una Academia para promover el latín

 

PopeBenedictWriting

 

Presentamos la traducción de “La Buhardilla de Jerónimo” del Motu Proprio “Latina lingua”, que ha sido publicado hoy por la Santa Sede, por el cual el Papa Benedicto XVI, con la intención de promover el conocimiento y el uso de la lengua latina, instituye una Pontificia Academia de Latinidad.

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Carta Apostólica en forma de Motu Proprio “Latina lingua” con la cual se instituye la Pontificia Academia Latinitatis

1. La lengua latina ha sido siempre tenida en altísima consideración por la Iglesia Católica y por los Romanos Pontífices, los cuales han promovido asiduamente el conocimiento y la difusión, habiendo hecho de ella la propia lengua, capaz de transmitir universalmente el mensaje del Evangelio, como ya es afirmado con autoridad por la Constitución Apostólica Veterum sapientia de mi Predecesor, el Beato Juan XXIII.

En realidad, desde Pentecostés, la Iglesia ha hablado y ha rezado en todas las lenguas de los hombres. Sin embargo, las Comunidades cristianas de los primeros siglos usaron ampliamente el griego y el latín, lenguas de comunicación universal del mundo en que vivían, gracias a las cuales la novedad de la Palabra de Cristo encontraba la herencia de la cultura helenista-romana.

Después de la desaparición del Imperio romano de Occidente, la Iglesia de Roma no sólo continuó valiéndose de la lengua latina, sino que se hizo, en cierto modo, custodia y promotora de ella, tanto en ámbito teológico y litúrgico, como en el de la formación y de la transmisión del saber.

2. También en nuestros tiempos, el conocimiento de la lengua y de la cultura latina resultan muy necesario para el estudio de las fuentes de las que se sirven, entre otras, numerosas disciplinas eclesiásticas, como por ejemplo, la Teología, la Liturgia, la Patrística y el Derecho Canónico, como enseña el Concilio Ecuménico Vaticano (cfr Decr. Optatam totius, 13). Además, en esta lengua están redactadas, en su forma típica, para evidenciar el carácter universal de la Iglesia, los libros litúrgicos del Rito romano, los documentos más importantes del Magisterio pontificio y las Actas oficiales más solemnes de los Romanos Pontífices.

3. En la cultura contemporánea se nota, sin embargo, en el contexto de un generalizado debilitamiento de los estudios humanistas, el peligro de un conocimiento cada vez más superficial de la lengua latina, incluso en el ámbito de los estudios filosóficos y teológicos de los futuros sacerdotes. Por otra parte, precisamente en nuestro mundo, en que ocupan tanto lugar la ciencia y la tecnología, se encuentra un interés renovado por la cultura y la lengua latina, no sólo en aquellos continentes que tienen las propias raíces culturales en la herencia grecorromana. Esta atención es muy significativa ya que no concierne solamente a los ámbitos académicos e institucionales, sino también a los jóvenes y estudiosos procedentes de naciones y tradiciones muy diversas.

4. Es, por eso, urgente sostener el empeño de un mayor conocimiento y un uso más competente de la lengua latina, tanto en el ámbito eclesial, como en el mundo más vasto de la cultura. Para dar relieve y resonancia a ese esfuerzo, resultan muy oportunas la adopción de métodos didácticos adecuados a las nuevas condiciones y la promoción de una red de relaciones entre las instituciones académicas y entre los estudiosos, con el fin de valorizar el rico y multiforme patrimonio de la cultura latina.

Para contribuir a alcanzar esos objetivos, siguiendo las huellas de mis venerados Predecesores, con el presente Motu Proprio instituyo hoy la Pontificia Academia de Latinidad, dependiente del Pontificio Consejo para la Cultura. Es dirigida por un Presidente, ayudado por un Secretario, nombrados por mí, y por un Consejo Académico.

La Fundación Latinitas, constituida por el Papa Pablo VI, con el Quirógrafo Romani Sermonis, del 30 de junio de 1976, se extingue.

La presente Carta Apostólica en forma de Motu Proprio, con la cual apruebo ad experimentum, por un quinquenio, el único Estatuto, ordeno que sea publicada en L’Osservatore Romano.

Dado en Roma, junto a San Pedro, el día 10 de noviembre del 2012, memoria de San León Magno, en el octavo año de Pontificado.

  BENEDICTUS PP XVI

 

Fuente: Il blog degli amici di Papa Ratzinger

Traducción: La Buhardilla de Jerónimo

jueves, 8 de noviembre de 2012

El Arzobispo de la Plata pide que las parroquias sean centros misioneros

PARA LA NUEVA EVANGELIZACIÓN

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El Arzobispo de La Plata (Argentina), Mons. Héctor Aguer, ha exhortado a hacer de las parroquias centros misioneros con gente preparada para realizar la Nueva Evangelización en cada uno de sus ambientes. El prelado, que participó en el Sínodo de los Obispos, indicó que durante el mismo «se habló de la Parroquia como algo central para la transmisión de la fe y para la nueva evangelización».

Durante el programa Claves para un Mundo Mejor, Mons Aguer habló de la necesidad de que la parroquia «no sea un sitio poco abierto, digamos así, donde la iglesia está siempre cerrada o exclusivamente dedicada a esperar que la gente venga para recibir servicios religiosos», sino «un centro misionero y por tanto articulada orgánicamente en su interior, con gente preparada para eso».

En ese sentido, explicó que «la idea fundamental acerca de la transmisión de la fe es que el sujeto es la Iglesia toda, no solamente el Papa, los Obispos, los sacerdotes, los católicos más empeñados en la vida pastoral como colaboradores del Párroco, por ejemplo, sino de todos los cristianos, todos los miembros de la Iglesia».

«La cuestión es ésta: la transmisión de la fe hoy requiere de la participación de todos. Una participación por supuesto articulada, orgánica pero cada uno en su ambiente», añadió.

Asimismo, Mons. Aguer destacó la intervención que realizó un joven de 23 años, en la que expuso que los jóvenes de hoy quieren «un sacerdote integro, bien formado, que tenga una base cultural sólida, un hombre de fe ardiente, totalmente entregado al Ministerio. (El joven) fue recibido con un aplauso, fue el aplauso más importante del sínodo».

El Arzobispo de La Plata también abordó el tema de la Nueva Evangelización. «En el instrumento de trabajo, y el Santo Padre varias veces ha hablado de eso, la Nueva Evangelización parecía referirse a los países de vieja cristiandad donde la fe hay quedado muy aminorada, donde hay deserciones de la vida de la Iglesia. Pero también se extiende a regiones, a países enteros en los que el Evangelio todavía no ha llegado a todos», afirmó.

Finalmente, el arzobispo recordó la importancia de los medios de comunicación y de hacer llegar el mensaje cristiano a internet.

Aci/InfoCatólica

domingo, 4 de noviembre de 2012

Peregrinación Una Cum Papa Nostro: Procesión y Solemne Misa Pontifical en la Basilica de San Pedro (3º día)

 

Foto: Via Della Conciliazione cleared to let the massive pilgrimage enter the Piazza San Pietro

Fr. Z's Blog y The Remnant Newspaper publican imágenes de la Procesión y Solemne Misa Pontifical celebrada el 03 de noviembre en el altar de la Cátedra de Pedro en la Basílica de San Pedro en Roma. Ofició el Cardenal Antonio Cañizares Llovera, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Al acontecimiento participaron gran cantidad de sacerdotes y religiosos como así también, miles de fieles ligados a la liturgia tradicional. Según informa The Remnant el Cardenal Cañizares  en su homilía hizo referencia de Nuestra Señora, la importancia de la Cruz, y la crisis de la Iglesia y el mundo, e hizo hincapié en que no existe una solución fácil, pero que debemos unirnos a la Cruz. Se refirió a la rica belleza de la Misa latina tradicional, recordando que fue la Misa que todos los padres conciliares oyeron todos los días durante el Concilio Vaticano II. Habló de cómo muchas, muchas vocaciones al sacerdocio han surgido tras el retorno de la Misa tradicional, y también hizo un llamado a la unidad entre todos los católicos, en unión con el Santo Padre, y unidos en Cristo y su Santísima Madre.

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Foto: The pilgrimage line stretches as far as the eye can see....
Foto: The Cardinal's sermon has just ended.  He spoke of Our Lady, the importance of the Cross, and the crisis in the Church and the world, stressing that there is no easy solution but that we must unite ourselves to the Cross. He spoke of the rich beauty of the traditional Latin Mass, reminding us that it was THE Mass all the Council Fathers had heard every day during Vatican II. He spoke of how many, many vocations to the priesthood are coming now as a result of the return of the Mass, and also made a call for unity among all Catholics, in union with the Holy Father, and united in Christ and His Blessed Mother.
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Tomado de Una Voce Cordoba

sábado, 3 de noviembre de 2012

Peregrinación Una Cum Papa Nostro: Solemne Misa Pontifical de Requiem (2º día)

Father Z’s blog publica imágenes de la Solemne Santa Misa de Requiem oficiada el 02 de noviembre, Conmemoración de los Fieles Difuntos, en la Iglesia de la Santísima Trinidad de los Peregrinos, en Roma. La misma fue oficiada por Monseñor Siacca, Secretario de Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano.

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Visto en http://unavocecba.wordpress.com

Peregrinación “tradi” en el periódico de los obispos italianos

 

 

La peregrinación de los tradis ha alcanzado las páginas del periódico de la Conferencia Episcopal Italiana, Avvenire.

El pie de foto dice:

TRADICIONALISTAS
MAÑANA MISA EN LATÍN EN SAN PEDRO
Con la aprobación de Benedicto XVI, será el cardenal Antonio Cañizares Llovera quien presidirá en San Pedro la Misa que mañana será celebrada —en lengua latina con el rito antigüo— para los fieles que participan en la peregrinación «Una cum Papa nostro» llevada a cabo por numerosos organismos y asociaciones tradicionalistas que quieren expresar su gratitud a Benedicto XVI por haber liberalizado el uso del misal preconciliar con el Motu Proprio «Summorum Pontificum» de 2007. «He aceptado celebrar la Misa del sábado» afirma el cardenal español en una entrevista. En la celebración estará presente también el Arzobispo Agustine Di Noia, vicepresidente de la Pontificia Comisión Ecclesia Dei.

Varias observaciones:

1- ¿Qué quieren decir con eso de “con la aprobación de Benedicto XVI”. El Papa aprobó que el card. Cañizares celebre la Misa; ó el Papa aprobó que haya la Misa en San Pedro; ó el Papa aprobó la peregrinación de los tradis?
2- En la Forma Extraordinaria no existe el concepto ese de ‘presidir’ que se utiliza en la fraseología de la Forma Ordinaria.
3- En donde dice “en lengua latina con el rito antigüo” debería decir siplemente algo así como: “según la Forma Extraordinaria del Rito Latino”. Existe un sólo Rito, el latino, con dos formas, la extraordinaria y la ordinaria, la cual también se celebra en latín con la opción de dar más amplio lugar a las lenguas vernáculas, aunque algunos lo hayan entendido como que el vernáculo suplante y elimine al latín.
4- La peregrinación no es para que los tradis sólo y unicamente expresen “gratitud a Benedicto XVI por haber liberalizado el uso del misal preconciliar”. Ese es uno de los motivos entre otros.
En todo caso, y para tratarse de ese particular medio de comunicación, ya es mucha hazaña que algo relacionado con el mundo tradicionalista haya sido publicado en él.

Fuente: Secretum Meum Mihi

viernes, 2 de noviembre de 2012

Santa Misa Pontifical de la solemnidad de Todos los Santos oficiada por el Cardenal Brandmüller en Roma

Peregrinación "Una cum Papa nostro”.

Ayer, 1 de noviembre, solemnidad de Todos los Santos, se ofició la solemne Santa Misa Pontifical en la Forma Extraordinaria del Rito Romano en la iglesia de la Santísima Trinidad de los Peregrinos de Roma (Italia), en el marco de la peregrinación "Una cum Papa nostro". El oficiante fue S. E. R. Walter S.R.E. Card. Brandmüller, Presidente emérito del Comité Pontificio de Ciencias Históricas. Católicos llegados de todos los países, así como varios sacerdotes y seminaristas, llenaban el templo. Fotos: Le Forum Catholique y Fr. Z's Blog - What Does The Prayer Really Say?.