martes, 12 de junio de 2012

EL CISMA PROGRESISTA QUE ANTICIPA KUNG YA ES CASI UN HECHO

Sigue el ataque al Papa

 

Esta vez por parte de curas alemanes
Decíamos ayer que lo amenazan con un Cisma ... que ya existe
En el post anterior, Complot contra el Papa, mostrábamos nuestra convicción de que el intenso ataque interno y externo que se abate sobre el Santo Padre, tiene como objetivo principal  detener la Restauración Litúrgica en curso, y evitar la regularización canónica de la Fraternidad San Pío X.
No debe entenderse que el proceso haya sido iniciado en nuestros tiempos, no. ¡El Modernismo lleva más de 100 años! Baste recordar que el decreto "Lamentabili Sine Exitu" con el que San Pío X condenara sus heréticas proposiciones, fue publicado en Julio de 1907. Pero en las actuales circunstancias, exacerba su actividad y amontona uno tras otro sus golpes sobre el Papa  "ultramontano", a quien parece no querer conceder ni un minuto de calma.
Esta vez el ataque viene de Alemania: donde un número importante de sacerdotes de la Arquidiócesis de Friburgo (alrededor del 17 % de los presbiterios y diáconos, hasta el día de hoy) han firmado un Memorandum (ver traducción completa al fin de este post) en el que admiten que "En nuestras parroquias los divorciados vueltos a casar comulgan y reciben los sacramentos de la Penitencia y de la Unción de los enfermos con nuestro permiso expreso".

Decimos, el 17 % de los curas "hasta el día de hoy", porque se puede adherir al Escrito por Internet, y las firmas que originalmente fueron 140, van ya por las 170 (Sábado 9 de Junio a las 15,00 GTM).
Es decir que estos desgraciados sacerdotes, están suministrando la Sagrada Comunión a personas que viven en concubinato, contra las expresas reglas de la Iglesia que no concede el augusto sacramento a los pecadores públicos. Ellos mismos lo dicen en el libelo en el que han estampado su rebeldía "Estamos completamente advertidos de que así, a menudo, actuamos en contra de la prescripción de la ley canónica actualmente en vigor en la Iglesia Católica Romana".
Y lo que es peor aún, los asisten con la Unción de los enfermos en la hora de la muerte, sin advertirles que están en pecado mortal, antes bien, certificándolos en su conducta, y enviándolos... ¡a dónde? ¡Oh guías ciegos que lleváis a vuestro rebaño hacia el precipicio!
¡Cómo han cambiado algunos curas! Se recordará que al Rey Luis XV, católico picado por los virus de la Lujuria y de la viruela, se le exigió el despido de la Maîtresse-en titre (Amante Titular) Jeanne Bécu, condesa du Barry (Madame du Barry), a lo cual accedió, como condición para ser absuelto en la hora de su muerte.
Pero estos desgraciados sacerdotes dicen en su escrito que vulneran las normas canónica porque "Salus animarum Suprema Lex - la salvación de las almas es Ley Suprema ". ¡Bárbaros, si para salvar el alma hay que evitar el pecado, aquí el concubinato!
Y que lo hacen "esperando que pronto haya una decision que dé a estas personas, oficialmente y sin discriminación, un lugar en nuestra Iglesia, de acuerdo con el Evangelio".

¡Recontra bárbaros: ¿de acuerdo a cuál evangelio?! No al de Jesucristo, por cierto. Sabemos que es inútil discutir con la necedad, porque ellos deben conocen muy bien el Evangelio de Nuestro Señor, en el cual seguramente no creen; pero no está mal recordarles que la indisolubilidad matrimonial es de Derecho Divino, y nunca la Iglesia podrá válidamente desatar lo que Dios mismo ha atado "desde el principio" (Mt 19, 8).
Finalmente, para rescatar a sus fieles separados en nueva unión de cualquier forma de discriminación, informan los desgraciados presbíteros que los mismos "Están activos como colaboradores en consejos parroquiales, en la formación catequética, y en otros servicios". ¡Toda una rehabilitación en regla, claro que contraria tanto a la Ley Canónica como a la Ley Suprema de la Iglesia!
El plan de lucha de los alemanes, tiene puntos en común con la secuencia seguida para implantar la Comunión en la mano; deleznable práctica que fue probada primero en pequeños cenáculos de desobediencia e impiedad en Holanda y Alemania, ampliados luego a espacios cada vez mayores con la complicidad de algunos obispos.
Se buscaron razones favorables en olvidados papeles que grupos de teólogos se encargaban de aprobar. Siguió el arqueologismo litúrgico, condenado por el Papa Pío XII en la encíclica Mediator Dei, mediante el cual se habilita una práctica NO TRADICIONAL, sobre la dudosa base de que en los primeros años del Cristianismo fue utilizada.

La presión fue tan grande que el Papa Pablo VI tuvo que pedir el parecer de todos los Obispos del mundo. Cuando los votos mostraron que la inmensa mayoría de ellos estaba en contra de la inovación, aquel Papa la prohibió en su Encíclica Memoriale Domini, pero una mano misteriosa prescribió a continuación un indulto "que allí dónde fuera costumbre, podrían los Obispos consentir, previa aprobación de la Santa Sede". 

Costumbre de comulgar en la mano no había en ningún lugar del Orbe Católico, porque para que algo constituya Costumbre se requiere el paso de muchos años. No obstante, por ese misterioso párrafo ¡está hoy todo el Catolicismo contaminado de la horrorosa práctica!
Mons. Robert Zollitsch, Arzobispo de Friburgo y Presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, ha dicho en una entrevista concedida poco antes de que el Papa llegara a Berlín en su último viaje: "creo que sobre el tema de los divorciados en nueva unión podrán darse pasos adelante estando yo todavía con vida".
¿Ha trabajado Mons. para que su profecía se cumpliera!
Mons.  Zollitsch: ¿Comunión para los concubinos?
Una parte importante del clero de Austria y Alemania está en franca rebelión contra Roma, y este nudo gordiano no parece que pueda ser cortado sino mediante el cauterio de la excomunión. ¡Ojalá nos equivoquemos! El Papado tiene en teoría la potestad de poner las cosas en su lugar. ¿Podrá hacerlo en la práctica?
Mientras tanto ¡Oremus pro pontifice nostro Benedicto...!

Leído en PÁGINA CATÓLICA

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